Ana de Mendoza y la Cerda -princesa de Éboli - (1540-1592), era hija única de Diego de Mendoza, Príncipe de Mélito y nieto del Gran Cardenal Mendoza.

Diego se casó en 1538 con Catalina de Silva, hermana del entonces Conde de Cifuentes. Ana nació en Cifuentes y murió en Pastrana, por lo que puede considerarse propiamente como alcarreña.



Cuenta la historia que de niña la princesa de Éboli sufrió un accidente con una espada, cuya punta se le clavó en el ojo al tropezar.

Desde entonces llevaba el parche que tan famosa la hizo en la toda la corte. Para ella el parche era un adorno y, como tal, lo lucía de distintas maneras incluso como una joya más.

Según las malas lenguas no era tuerta, sino bizca y disimulaba este defecto con el parche.

Por su educación tuvo un carácter dominante y altivo. Pero también voluble, rebelde y apasionado, como el de los antiguos Mendozas.



La princesa fue encerrada por Felipe II en 1579, primero en el Torreón de Pinto, luego en la fortaleza de Santorcaz y privada de la tutela de sus hijos y de la administración de sus bienes, para ser trasladada en 1581 a su Palacio Ducal de Pastrana, donde morirá atendida por su hija menor Ana de Silva.



Es muy conocido en dicho palacio el balcón enrejado que da a la plaza de la hora, donde se asomaba la princesa melancólica.

Tras la fuga de Antonio Pérez a Aragón en 1590, Felipe II mandó poner rejas en puertas y ventanas del Palacio Ducal.

Falleció en dicha localidad en 1592. Ana y Ruy están enterrados juntos en la Colegiata de Pastrana.



Existen muchas contradicciones y suposiciones pero en realidad, nunca se ha llegado a saber que paso en realidad,  de ahí que la historia de Ana de Mendoza, la princesa de Éboli siga despertando interés,  y su vida, siga rodeada de leyendas.


Buen fin de semana .. mañana a trabajar .. Nos vemos !! 


La 1ª fotografía es de Balovega - las demás son tomadas de la red.
Información tomada de Wikipedia/ Biografías e Historias.