Camisones y pijama, su historia
A fines del siglo XVI, cuando la moda prescribía cinturas encorsetadas, ropajes suntuosos y complicados y pelucas empolvadas, llegó a ser un lujo, tanto para los hombres como para las mujeres, ponerse al finalizar el día algo más cómodo.
En esa época, el término “camisón” o “camisa de dormir” designaba en Europa una prenda larga hasta los pies y unisex, abrochada en su parte frontal y provista de mangas largas.
Destinado también a procurar calor antes de que existiera la calefacción central, el camisón solía ser de terciopelo o de lana, forrado y adornado con pieles.
Durante los ciento cincuenta años siguientes, hombres y mujeres usaron en la cama esta misma indumentaria básica, sin más diferencias que los encajes, cintas o bordados que adornaban las prendas femeninas.
En el siglo XVIII se inició una importante divergencia de estilos con la aparición del llamado negligée para las mujeres. Este término surgió cuando las diferencias en estilos y telas para las camisas de dormir masculinas y femeninas se hicieron más pronunciadas.
El negligée femenino, una prenda más ajustada, de seda o de brocado, con plisados o encajes, y a menudo sujeta a la cintura, no sólo servía para dormir, sino también como atuendo informal para estar por casa.
La noción de relajarse con esta prenda, es decir, de no efectuar ningún trabajo doméstico, va implícita en el origen latino de la palabra: neglegere, o sea “descuidan”.
En el mismo siglo, se acortó el camisón masculino, más sencillo y holgado y era corriente que el hombre descansara en su casa ataviado con pantalones y una de esas camisas, e incluso llevara ésta durante el día como ropa interior.
Se popularizaron unos pantalones amplios importados de Persia que, cortados al estilo de los calzones del harén que llevaban las mujeres orientales, recibieron el nombre de pijama, palabra derivada de pae, en Persa "prenda para la pierna", y jama "ropa".
La camisa de dormir y los pantalones persas, que al principio diferían en color, tela y estampado, se convertirían en el conjunto más estilizado que se conoce hoy como pijama.
Gracias por vuestras muestras de cariño .. estoy con antibióticos para la infección ...
Felices sueños y bello amanecer ... Nos vemos !!
14 comentarios:
Espero que te recuperes pronto.
Me ha gustado mucho esta entrada; creo que además vuelve la moda retro que me parece preciosa, lo único es la incomodidad para las chicas, aunque se ven espectaculares.
Un saludo.
Recuperes??? estas malita, te uedo ayudar en algo.
Si los vestidos era bellisimos, pero para no poder respírar, que bueno que idearon ropa mkas comoda para dormir, y en negligée hay bellezas de estilos. Un fuerte abrazo y que todo este bien
Una muchacha en pijama pone lo suyo..
Muy interesante lo que nos cuentas de la historia de esta ropa. Espero que te recuperes pronto. Abrazos
El penultimo pijama me encanta
No sabía que estabas malita. Ponte güena rápidamente, no dejes que los microbios te puedan.
Y no te pongas camisón que es la cosa más antilujuria que existe ;)
Salu2
Una entrada muy interesante. Que te recuperes pronto.
Abrazo
Interesante entrada y bellas fotos como siempre, aprendo en cada post tuyo...¿Estàs enferma?..Si es así espero que no sea nada y te recuperes prontito!!! UN BESO. Mari Carmen.
Curiosa entrada, estoy empezando a considerar el forrar mi pijama de piel por si fallara el suministro de gas. A mejorarse y un fuerte abrazo.
Ciertamente interesante, ja, ja.
Es un lujo aprender tanto de forma tan agradable.
Besos
Un post muy interesante Balovega, ¡cuánto aprendemos!
Que te recuperes pronto.
Besos.
BAlo, empate. Yo acabé ayer con los antibióticos. En fin, que pienso que somos muy afortunados de vivir en esta época. Aquellos camisones...
jaja
Buenísima crónica.
Mejórateeeeeeee
besos
¡¡Curiosa esta entrada !! No sabía que estabas malita, ando un poco descolgada del mundo virtual. Recupérate prontito - bueno, así aprovechas para estar en pijama y que te mimen... - Besos, encanto!
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