Génova, 1782-Niza, 1840 -Violinista, guitarrista y compositor italiano. Rodeado de una aureola mefistofélica por sus propios contemporáneos, asombrados ante su dominio del instrumento y su vida desordenada y aventurera, Paganini fue el violinista por antonomasia del romanticismo.

Niño prodigio, antes de cumplir los catorce años dominaba ya todos los secretos del violín, al extremo de que sus profesores reconocían no tener nada más que enseñarle. La gira que emprendió en 1828 por ciudades como Viena, Praga, Varsovia y Berlín lo consagró como el mejor violinista de su tiempo, capaz de extraer al instrumento músico sonidos y efectos inconcebibles.





Algunos decían que era muy raro. Otros que era sobrenatural. Que era mágico. Las notas que salían de su violín tenían un sonido diferente, por eso nadie quería perder la oportunidad de ver su espectáculo.

Una noche, el público ansioso esperaba su llegada.

La orquesta entró y fue aplaudida. El director fue ovacionado, pero cuando Paganini apareció, el público deliró, aplaudían, gritaban... Paganini colocó su violín en el hombro y lo que siguió fue indescriptible, sorprendente, ...

Blancas, negras, corcheas ... las notas parecían tener alas y volar con el toque de aquellos dedos encantados.



De repente !! un sonido extraño interrumpe el ensueño...

Una de las cuerdas del violín del maestro se rompe!

El director de orquesta se paralizó, la orquesta paró de tocar, el público enmudeció.

Sin embargo Paganini continuó tocando como si nada, el miraba su partitura, y seguía sacando sonidos deliciosos de su violín sin problemas.

El director, la orquesta y el público, atónitos continúan sin dar importancia al suceso.

Pero de pronto otra de las cuerdas del violín se rompe!!

Nuevamente todos se quedan mudos.

El genio del violín sigue tocando como si el suceso no fuese con él. Como si nada hubiera ocurrido, olvidó las dificultades y siguió arrancando sonidos imposibles de su violín.

El director y la orquesta, impresionados, vuelven a tocar.

Pero el público no podía imaginar lo que iba a ocurrir a continuación.

Todas las personas asombradas gritaron .. OHHHH .. retumbó toda la sala.

Una tercera cuerda del violín de Paganini se rompe.

El director, la orquesta y la respiración de público se congelaron.

Pero Paganini siguió y siguió tocando, su música era celestial !!!

Como si fuera un contorsionista musical, arranca todos los sonidos posibles de la única cuerda que sobra de aquel violín destruido. Ninguna nota fue olvidada.

El director, asombrado, se anima. La orquesta también. El público pasa del silencio a la euforia, gritan, aplauden, se ponen en pie, lloran ...

Paganini esa noche alcanzó la Gloria, triunfó !!


Bellos sueños y lindo amanecer a todos ... Nos vemos !!


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