Sin duda alguna, los carteles más conocidos de Toulouse-Lautrec son los relacionados con personajes y locales del mundo del espectáculo. El hecho de que la mayoría de sus numerosas obras esté también dedicada al mismo tema y de que los planteamientos plásticos sean similares encaminó a ambos géneros hacía un horizonte común.






Toulouse, sin embargo, fue conocido antes como ilustrador que como pintor. De ahí que en la década de los 90 tuviera una buena cantidad de encargos comerciales de imágenes publicitarias relacionadas a menudo con el mundo editorial, pero también con fotógrafos fabricantes de cadenas para bicicletas o ebanistas.






A diferencia del cartel contemporáneo, más convencional. Lautrec acentuó la estilización de la imagen y utilizó tintas más planas que nunca. Basó su arte y su trabajo en la yuxtaposición de planos de color como elemento constructivo de la composición, y la línea se hizo más tenue y discontinua que en los carteles de cabaret.






Pese a las claras vinculaciones con el sentido rítmico y decorativo del cartel modernista, Toulouse-Lautrec no renunció a la figura humana, ya que sus objetivos e intereses plásticos quedaba lejos de los planteamientos de otros cartelistas de dicho movimiento artístico, tales como el holandés Jan Toorop (1858-1928) o el belga Henri Van de Velde (163-1957).



Toulouse.Lautrec, aplicó a la pintura su poderosa personalidad y su especial gusto por tratar a las personas y las cosas. El juego de las líneas, la sencillez de las formas, la intensidad del color, la desenvoltura dramática de sus personajes y su contacto con el placer y la alegría de vivir hacen irrepetible la obra de este genio de la pintura.


Bellos sueños y lindo amanecer .. Nos vemos !!


Información tomada de la Doctora en Historia del Arte: Laura Garcia Sánchez
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