Lo que hoy les cuento sucedió una hermosa y bella mañana de verano a temprana hora. La Viejuca, como llamamos cariñosamente a la abuelita, se encontraba rememorando sus recuerdos, mirando sin mirar el amanecer a través de la ventana.




El gallo había entonado el canto de un cantante y los demás gallos iban animándose a su llamada.



La familia se desperezaba del dulce sueño, al escuchar la melodía disonante del macho de las gallinas. Poco a poco iban acercándose al baño a fin de darse la primera ducha de un día que se adivinaba caluroso. A lo largo de la jornada, el cuarto de baño siempre se encontraba ocupado, el calor pegajoso pedía a gritos el agua fresca, y por lo general tenían que ducharse tres y cuatro veces diarias.




La mamá en la cocina se encontraba preparando el desayuno para sus hijos, los más adelantados y tempraneros ayudaban a poner la mesa y acercar los alimentos como .. el pan reciénte y caliente, la mantequilla y mermelada de guayaba hecha en casa, queso, jugos o zumos, refrescos, y por supuesto no podía faltar el café con leche. Algunos se levantaban con más hambre de lo habitual y se preparaban un bocata de carne de puerco frio, muy sabroso!!








Los miembros de la familia ocupaban sus sitios en la mesa para un delicioso y apetitoso desayuno. La mañana comenzaba de una manera saludable, en un entorno donde la naturaleza se encuentra al alcance de la mano, extasiados por el precioso Bambú, las matas o árboles de mango, cerezas o plátanos.

Los gatos acechaban, y atentamente esperaban el momento idóneo de llevarse su parte.



Inolvidables las tertulias mañaneras !! Variadas, alegres y con mucho sentido del humor. Unos organizaban alguna salida por varios días a la playa, otros se preparaban para ir al mercado y planificar la comida, los más pequeños jugaban y revoloteaban a tu lado sin parar.

Todo transcurría de lo más intimo, cordial y afectuoso, hasta que alguien dijo ..

Ha entrado una "Tatagua" en la cocina!!

Una Tatagua?? .. que es una Tatagua?

De pronto la mesa se quedo vacía como si hubiese pasado un vendaval, a lo lejos una voz susurró.

Si niña.. recojamos rápidamente que tendremos visita..



Efectivamente la Tatagua se situó en la pared de la cocina.

Asombrada de su gran tamaño y con cierto respeto me encontraba observando la mariposa, a la vez que preguntaba ..

Cómo que tendremos visita??..

Mi cuñado me explicó que cuando una Tatagua entra en una casa, es que anuncia visita...

No creí mucho lo que decía.. sin embargo al poco tiempo, pues no había pasado ni media hora llamaron a la puerta ... y fue la primera visita de una larga lista a lo largo del día..

La Tatagua no abandonó, y en un rincón de la cocina sin moverse, seguía observando como el visiteo se sucedía sin cesar hasta bien avanzada la noche, en que perdí su rastro..

Asombroso .. verdad !!..


Bella semana amigos .. Nos vemos !!

Historia real narrada por Balovega Fotografías: YOel Almaguer - Balovega