Pasear por Madrid y sentir la cultura que desprende cada rincón de la ciudad, es algo que poco a poco voy mostrando a través de las entradas dedicadas a sus calles y sus orígenes.




En esta ocasión les mostraré el lugar donde nací, llamado "Barrio de Chamberí". Una zona con mucha tradición e historia y típicamente madrileña. Cuentan que durante la Edad Media, las tierras que ocupan hoy el distrito de Chamberí pertenecieron a la Orden del Temple (Caballeros Templarios) hasta su disolución a principio del siglo XIV. En esa época, los terrenos estaban cubiertos de bosques y eran utilizados por los miembros de la Corte para sus cacerías.




En el año 1625 el rey Felipe IV, mandó construir un muro alrededor de Madrid, y los terrenos denominados de Chamberí se quedaron a las afueras, por lo que los madrileños se vieron con la disyuntiva de tener que trepar constantemente el muro para entrar y salir, llegando a tener tanta habilidad y destreza como si de gatos se trataran. A partir de ese momento a los lugareños nos denominan "Gatos".




Los espacios rústicos originan un cambio en su función agrícola con la construcción de paseos arbolados allá por el siglo siglo XVIII, y en el año 1820 se produce el deslinde entre los antiguos términos municipales de Fuencarral y Madrid, aumentando considerablemente las dimensiones de nuestra ciudad.



Cuenta la historia, que la reina María Gabriela de Saboya se casó con Felipe VI, a la edad de trece años. y que llegó a Madrid en el año 1701. Le gustaba tanto esta ciudad, que le fascinaba pasear por los extramuros de la Puerta de Santa Bárbara con la sierra de Guadarrama al fondo, y dicen, que siempre estos paseos le traía gratos recuerdos de Chambery, ciudad francesa de la parte alta de Saboya. De ahí le viene el nombre de Chamberí.



Quiero destacar que en este castizo barrio se encuentra ubicado el Museo Sorolla. Un bello lugar que fue diseñado a principios del siglo XX conjuntamente con el propio Sorolla y el arquitecto Enrique María de Repullés y Vargas. El Museo fue creado por deseo de su viuda, Clotilde García del Castillo, e inaugurado el 11 de junio de 1932.

Lindos sueños y bello amanecer ... Nos vemos !!