Joan Miró, pintor y escultor español nació en Barcelona el 20 de abril de 1893, estudió en la Escuela de Bellas Artes y en la Academia Galí. Sus obras recogen motivos extraídos del reino de la memoria y subconsciente, con gran fantasía e imaginación, y se hallan entre las más originales del siglo XX.



Las creaciones que han tenido una mayor trascendencia junto con su obra pictórica, son sus esculturas y cerámicas, entre las que destacan los grandes murales. La pared de la Luna y la pared del Sol (1957-1959) para el edificio de la Unesco en Paris, el mural del Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, y el Pájaro Lunar (1966) en el Museo Reina Sofia de Madrid.



La luna y el sol, el principio femenino y el principio masculino, la noche y el día, fuerzas al mismo tiempo opuestas y complementarias, son referencias constantes en la obra de Miró. El Pájaro lunar presenta, como también el Pájaro solar, un modelado austero y un pulimentado superficial, y el aspecto general evoca ciertas figuras arcaicas. El Pájaro solar guarda más la apariencia de un pájaro, mientras que el Pájaro lunar parece que está más cerca de los personajes mironianos atados en el mundo terrestre. El primero es más horizontal, más estático; el segundo, más vertical y dinámico.


Pareja de enamorados de los juegos de flores de almendro. Maqueta del conjunto escultórico de La Défense (París), 1975.


La caricia de un Pájaro (1967)

Entrado el año 1967, Miró introduce el color en las esculturas. En las esculturas de bronce pintadas, el metal queda disimulado bajo una capa de color intenso. A pesar de su volumen, las obras tridimensionales de Miró dejan entrever o vislumbrar la mirada del pintor, el color marca una diferencia entre cada componente y el punto de vista frontal se impone a los otros. Cualquier objeto, como parte integrante de una escultura, cambia de significado gracias a su forma específica y a su disposición en la obra.

Feliz fin de semana amigos, nos vemos.

Fotografías Fundación Joan Miró
Fotografías Pájaro Lunar: Balovega