No quería dejar pasar por alto a Diego Ramón Jimenez Salazar, más conocido como Diego " El Cigala", uno de los grandes del cante flamenco.

Si les soy sincera, empecé a conocer a este cantaor a raíz de la canción "Lagrimas Negras", a partir de entonces he leído y escuchado con atención a este hombre. Realmente les cuento que tiene una voz desgarradora que te estremece, te engancha y envuelve con su fusión de flamenco y ritmos cubanos.




Por lo que he podido leer en su página Web, cuentan que nació en el frío mes de diciembre de 1968 en un barrio muy castizo, el Rastro madrileño.




Desde muy pequeño y siempre que escuchaba cantar en su barrio, ahí estaba él, dejando todo lo que estuviese haciendo. Ya a los doce años Diego ganó un concurso en la televisión llamado "Gente Joven", y el primer premio del certamen Flamenco Joven de Getafe.

En 1977 inició su carrera en solitario con el disco "Undebel, producido por David Amaya. En el año 2000 publica su segundo disco "Entre Vareta y Canasta", con el sello de propiedad de 18 chulos ,Wyoming, Santiago Segura y Faemino y Cansado, entre otros.



Cuentan que cuando la película "Calle 54" estaba aun en proceso de montaje, Diego ante la imagen de Bebo Valdés tocando junto a Cachao "Lágrimas Negras", entra en trance y dice.." que necesita conocer a ese hombre y tocar con él, en ese mismo estado comienza a cantar "Amar y vivir". Fue el primer tema que grabó con Bebo Valdés en el disco " Corren tiempos de alegría"




En el 2002 se hace realidad uno de sus sueños y conquista el Teatro Real de Madrid. El Cigala pone todo su corazón con la sencillez y la categoría de quien ama lo que hace, orgulloso de ser representante del flamenco en el Teatro Real.



El pasado 15 de julio presentó su último disco " Dos lágrimas" en el Palau de Barcelona, donde vuelve a rodearse de algunos de los mejores músicos de jazz latino, dando continuidad a Lágrimas Negras en el que trabajó con Bebo.

"Quería seguir por esa línea sabiendo que tenía que superar lo anterior, terminada la grabación, creo que lo hemos conseguido", comenta El Cigala.



Dos maestros, dos grandes de la música que día a día y desde que se conocieron, y por separado, nos han cautivado. El Cigala con su voz magistral y desgarradora, y Bebo Valdés con la magia de sus manos sentado frente al piano.

Con el flamenco, el ritmo o el son cubano, me atrevería a decir que se encuentran fusionados en "Blanco y Negro", toda una joya para nuestros oídos.


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